Reglas del juego.
Este juego se puede jugar solo o con varios jugadores con un dado. Consta de dos caminos que se cruzan formando cruces de caminos, marcados por un círculo rojo.
Si llegamos al número 27 de la casita, sin pasar más allá, ganamos. Si llegamos al número 27 del camino morado, sin pasarlo también, hemos perdido.
Los jugadores echan a suertes el camino por el que deben entrar en el círculo y, en el siguiente movimiento, cambia de camino. Así, por ejemplo, el jugador que partiendo del camino amarillo trae el número 3, se detiene en el cruce que tiene enfrente, y en el siguiente vuelve a contar a partir del número 2 del otro camino. Como los cruces no están numerados, no cuentan como casillas a la hora de avanzar por un camino.
Así, por ejemplo, el jugador que partiendo del camino morado trae el número 3, aterriza en el 3 morado sin tener en cuenta los dos cruces que le preceden. Cuando los jugadores llegan al número 27, si lo superan, retroceden demasiado el número de puntos aportados, si se detienen, en este paso hacia atrás, frente a una encrucijada, cambian su camino en el siguiente movimiento como en la marcha adelante.
Todos los jugadores deben continuar el juego hasta que hayan ganado o perdido.